Reflexión
No todo en el análisis sintáctico es "mecánica". En la gramática también hay lugar para la reflexión y el razonamiento, como se ve en este fragmento de la Gramática de la Lengua española, de Emilio Alarcos.
El papel del atributo consiste en «llenar» la referencia de estos verbos, asignándoles posibilidades de denotación más concretas. Tal particularidad ha inducido a separar las estructuras oracionales en dos tipos: las de predicado verbal (cuando el signo léxico del verbo se refiere a experiencias concretas) y las de predicado nominal (esto es, las de los verbos ser, estar, parecer, que precisan de la noción léxica del atributo).
Si ello es válido desde el punto de vista semántico, para la sintaxis el núcleo oracional es siempre el verbo, por impreciso que sea su contenido léxico, puesto que en el verbo residen los morfemas de persona y número que como sujeto gramatical establecen la oración. En "envejecéis", la relación predicativa une el sujeto gramatical «segunda persona plural» (expresado por la terminación -éis) con la noción léxica de «envejecer»; en "Sois viejos", el mismo sujeto gramatical (combinado con la noción léxica existencial de «ser») establece la predicación con el signo léxico del atributo «viejo». De este modo, las construcciones atributivas vienen a ser como el resultado del desglose de otros verbos no copulativos, según se puede apreciar en casos de equivalencia semántica como los siguientes:
Un dulce nunca amarga. Aquí abunda la uva. Escaseaban los víveres. La maleta pesa mucho. |
Un dulce nunca es amargo. Aquí es abundante la uva. Eran escasos los víveres. La maleta es muy pesada. |
Emilio Alarcos Llorach. Gramática de la Lengua española. Madrid. Espasa Calpe. 1994. pág. 301-302.
¿De qué nos habla aquí este gran filólogo? ¿Te parece correcto su proceso deductivo?