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Reflexión

Orwell
Branch of the National Union of Journalists (BNUJ). (Dominio público)

George Orwell, literato inglés del siglo XX, escribió un curioso texto titulado "Por qué escribo". En él buscaba razones para su vocación, pero a la vez nos indicaba cuántas maneras hay de entender la literatura. Leamos este fragmento:

Dejando aparte la necesidad de ganarse la vida, creo que hay cuatro grandes motivos para escribir, por lo menos para escribir prosa. Existen en diverso grado en cada escritor, y concretamente en cada uno de ellos varían las proporciones de vez en cuando, según el ambiente en que vive. Son estos motivos:

1. El egoísmo agudo. Deseo de parecer listo, de que hablen de uno, de ser recordado después de la muerte, resarcirse de los mayores que lo despreciaron a uno en la infancia, etc., etc. Es una falsedad pretender que no es éste un motivo de gran importancia. Los escritores comparten esta característica con los científicos, artistas, políticos, abogados, militares, negociantes de gran éxito, o sea con la capa superior de la humanidad. La gran masa de los seres humanos no es intensamente egoísta.

Después de los treinta años de edad abandonan la ambición individual -muchos casi pierden incluso la impresión de ser individuos y viven principalmente para otros, o sencillamente los ahoga el trabajo. Pero también está la minoría de los bien dotados, los voluntariosos decididos a vivir su propia vida hasta el final, y los escritores pertenecen a esta clase. Habría que decir los escritores serios, que suelen ser más vanos y egoístas que los periodistas, aunque menos interesados por el dinero.

2. Entusiasmo estético. Percepción de la belleza en el mundo externo o, por otra parte. en las palabras y su acertada combinación. Placer en el impacto de un sonido sobre otro, en la firmeza de la buena prosa o el ritmo de un buen relato. Deseo de compartir una experiencia que uno cree valiosa y que no debería perderse. El motivo estético es muy débil en muchísimos escritores, pero incluso un panfletario o el autor de libros de texto tendrá palabras y frases mimadas que le atraerán por razones no utilitarias; o puede darle especial importancia a la tipografía, la anchura de los márgenes, etc. Ningún libro que esté por encima del nivel de una guía de ferrocarriles estará completamente libre de consideraciones estéticas.

3. Impulso histórico. Deseo de ver las cosas como son para hallar los hechos verdaderos y almacenarlos para la posteridad.

4. Propósito político, y empleo la palabra "político" en el sentido más amplio posible. Deseo de empujar al mundo en cierta dirección, de alterar la idea que tienen los demás sobre la clase de sociedad que deberían esforzarse en conseguir. Insisto en que ningún libro está libre de matiz político. La opinión de que el arte no debe tener nada que ver con la política ya es en sí misma una actitud política.

 

 

Responde por escrito a estas preguntas:

  • Según el fragmento, ¿cuántas formas hay de entender la literatura? ¿Cuántos tipo de literatura hay?
  • ¿Crees que hay algún otro motivo para escribir del que Orwell no habla en su texto.
  • ¿Cuál de estos propósitos te parece el mejor (o el más correcto)?
  • Si tuvieras que escribir, por qué lo harías.

 

Autoevaluación

Completa el texto con las palabras que se te ofrecen:

Banco de palabras: arte, literarios, tratado, recursos, delimitación, comunicarnos, sustancia, contenido.

 

El de un texto es la que debe permanecer en el lector. Cuando un escritor afirma que pretende vaciar de contenido su texto, está negando el principio básico de la literatura de forma y fondo. Porque no se debe olvidar que la literatura es una de las maneras más perfectas de , negar el contenido es negar el propio acto de comunicación.

Ahora bien. ¿Existen contenidos específicamente , al igual que existen formales propios? Si la Historia de la Literatura hubiera venido marcada por la de contenidos literarios seguramente el se hubiera extinguido en sí mismo. Todo es susceptible de ser literariamente, lo real y lo imaginario. Es más: cabría decir que la realidad debe compartir con la imaginación el contenido de la obra literaria. Decía Gabriel García Márquez que un dato real bien usado puede volver verídicas a las criaturas más fantásticas. Eso es lo que le da verosimilitud, concepto que ya manejaba el autor de La Celestina. Pero no por ello, la obra literaria tiene que ser un análisis sociológico de la realidad. Ni para el escritor, ni para el lector. Eso la desvirtuaría y no dejaría de ser un mero reportaje de la época en la que fue escrita.

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Tarea

Libro con dibujos
Nacho el Nacho. Estoy escribiendo un libro (CC BY-SA)


Mi versión de una historia ya contada

¿Has escrito alguna vez un texto literario? ¿Piensas que puede ser difícil hacerlo?

Una buena manera de empezar a escribir es contar historias que ya fueron contadas por otros. En esta tarea, os proponemos que hagáis una nueva versión de una de las historias más conocidas de Esopo. Es una fábula de la que tendréis que escribir vuestra propia adaptación para luego dramatizarla. Seguramente todos conocéis  la  fábula del griego Esopo "A un panal de rica miel". Esta rúbrica de evaluación puede servir de guía.