Los versos siguientes nos muestran la tristeza del Cid al tener que abandonar su tierra. Una vez leído, ¿te atreverías a hacer un pequeño comentario literario?
Con lagrimas en los ojos muy fuertemente llorando,
la cabeza atrás volvía y quedábase mirándolos.
Y vio las puertas abiertas Y cerrojos quebrantados,
y vacías las alcándaras sin las pieles, sin los mantos,
sin sus pájaros halcones, sin los azores mudados.
Suspiró entonces el Cid, que eran grandes sus ciudadanos.
Habló allí como solía, tan bien y tan mesurado:
-Gracias a ti, Señor Padre, Tú que estas en lo más alto,
los que así mi vida han vuelto mis enemigos son, malos.
Allí aguijan los caballos, allí los sueltan de riendas.
En saliendo de Vivar, voló la corneja diestra,
Y cuando en Burgos entraron les voló a la mano izquierda.
Se encogió de hombros el Cid, y meneó la cabeza:
-Albricias, Fáñez, albricias! pues nos echan de la tierra,
con gran honra por Castilla entraremos a la vuelta.
Nuestro Cid Rodrigo Díaz en Burgos con su gente entró.
En la compaña que lleva de sesenta, con pendón.
Por ver al Cid y los suyos, todo el mundo se asomó.
La gente de la ciudad a las ventanas salió,
con lágrimas en los ojos, tan fuerte como era su dolor.
Todos, diciendo lo mismo, en su boca una razón:
- ¡ Dios que buen vasallo el Cid! ¡Así hubiese un buen señor
Cantar del Mío Cid. Anónimo.
Recuerda que tienes que buscar el tema, situarlo dentro del argumento, analizar un poco la estructura y aportar tus ideas personales. Inténtalo.